ARGENTINA: ¿TERAPIA DE CHOQUE?
Javier Milei y su adjunta Victoria Villaruel asumieron el cargo el pasado domingo 10. Como en enero de 2019 en Brasil, es la primera vez que un gobierno ultrareaccionario asume la presidencia liderado por el voto popular. La cobertura de los medios brasileños enfatizó la similitud con Bolsonaro.
La vanguardia activista mira con angustia los primeros movimientos políticos del nuevo gobierno argentino. La inauguración contó con una presencia limitada de jefes de Estado y un número relativamente modesto de personas presentes para un país acostumbrado a actos multitudinarios de diferentes fuerzas políticas. El “shock de gestión” propuesto por Milei puede tener éxito o no. Depende de la lucha de clases.
El plan de la motosierra
El gobierno de Milei tiene una motosierra como símbolo de su gobierno. Su severo plan de ajuste, encabezado por el nuevo ministro de Economía, Luis Caputo, propone recortes de ministerios, una “limpieza” de planes de asistencia social, despidos de servidores públicos, cierre de oficinas y retiro de subsidios, además de preparar un asalto en la devaluación de la moneda nacional.
Para entender la narrativa de Milei es necesario ver cómo articula diferentes dimensiones: la de lo “excéntrico”, la de las “fake news” y la de la “historia heroica”. Al igual que el verdugo López Rega, Milei tiene rasgos ligados al ocultismo: tenía grabados en el bastón presidencial los rostros de sus cinco perros, cuatro de ellos clones del original, “Conan”, fallecido en 2017, con quien Milei dice mantener “comunicaciones espirituales”. La segunda cara de su prédica es la mentira, un método común utilizado por Trump y Bolsonaro, partidarios de la teoría de la “posverdad”.
Finalmente, Milei reivindica la invención de un pasado épico, vinculado al líder político argentino Juan Alberdi, quien vivió entre 1810 y 1884, siendo un conocido liberal. Aquí vale la pena resaltar que Alberdi sí era un liberal, pero con rasgos mucho más progresistas que la lectura de Milei, quien se apropia de rasgos liberales para defender la destrucción total de las mediaciones estatales en Argentina.
La victoria electoral de Milei fue una auténtica “montaña rusa”. Después de una fuerte victoria en las primarias, fue sorprendido por el voto de Massa en la primera vuelta y luego se impuso con cierta facilidad en la segunda vuelta. Vale decir que Milei es la máxima expresión de la crisis orgánica del régimen político argentino, superando a un peronismo muy desacreditado tras el fracaso del gobierno de Alberto-Massa. Milei también ganó porque movió sectores macristas, logrando apoyos y votos muy amplios en Córdoba, Rosário y Mendoza, además de la Capital Federal. Su derrota en la Provincia de Buenos Aires y el hecho de que terminó en minoría parlamentaria denotan cierta “hegemonía frágil” para implementar su plan.
“Ojo, Milei”: escenarios e hipótesis
Con esta advertencia, la banda de rock argentina La Renga subió al escenario en su primera actuación tras la victoria del reaccionario. Milei utilizó uno de los éxitos de la banda, conocida por su acercamiento a sectores democráticos y de izquierda, para popularizar sus consignas supuestamente “anticastas” y falsamente antisistémicas.
Lo cierto es que el ajuste que prepara Milei no tocará a la llamada “casta”, siendo, de hecho, todo lo contrario: sus primeras medidas incluyen al sector macrista e indican una mayor velocidad en el ritmo de ajuste. En vísperas de la hiperinflación, con cierto capital político adquirido en comparación con el legado del gobierno anterior, Milei pondrá en marcha el plan motosierra con dudas sobre su viabilidad. Habrá que imponer un ajuste intenso. Se pasará de un plan de “choque” a un verdadero “choque de trenes”, con el diverso movimiento social y popular argentino.
Podemos recordar tres hipótesis diferentes de los últimos gobiernos en Argentina: la hipótesis de Macri, es decir, acelelaria las reformas con un nivel de desgaste que les hizo perder su base social, llevándolas nuevamente a un impasse; la hipótesis de Menem, que conduciría a un ajuste exitoso, proporcionando bases reales y materiales para imponer un giro represivo, coqueteando con un cambio de régimen, que tendría la apariencia de una dura derrota para la clase; y finalmente, la hipótesis De La Rúa, en la que el gobierno no cumple con las expectativas, se hace imposible por la combinación de crisis estructural, errores políticos y fuertes resistencias del movimiento social y popular, cuyo resultado ya se conoce.
La izquierda brasileña frente a la nueva realidad argentina
La izquierda brasileña debe adoptar una postura activa en el seguimiento de la realidad argentina. Si Bolsonaro despertó el interés de todo el campo de izquierda del mundo, Milei no será diferente. Nosotros en el MES definimos en nuestra reciente Conferencia que seguir a Argentina será decisivo, una batalla de vida o muerte, por el rumbo del continente. Formamos parte de la delegación del PSOL que asistió a la segunda vuelta, hemos fortalecido lazos fraternos con los compañeros de Marabunta, declaramos nuestro apoyo al FITU en la primera vuelta, sabiendo que tenemos relaciones históricas con compañeros de esa coalición.
También seguiremos los movimientos sociales, como la lucha de las mujeres, los piqueteros, los derechos humanos y la lucha ambiental. La manifestación del 24 de marzo del próximo año contra el golpe militar debe convertirse en una gran declaración democrática, sólo para enumerar uno de los temas centrales que enfrentaremos y en el que la izquierda brasileña debe apoyar.
Queremos avanzar en la idea de construir una gran conferencia contra la extrema derecha, con contenido antifascista, para el próximo período, y la lucha contra Milei debe organizar toda la lucha de la izquierda en el mundo.
Escribe: Israel Dutra, dirigente del PSOL y del Movimiento de Izquierda Socialista (Brasil)