COLOQUIOS TITO PRADO │ “ENTRE CRISIS Y VACANCIA. EL PUEBLO DECIDE. URGE REREFERÉNDUM”
Asistimos a momentos decisivos en la política nacional, con una crisis que cada día se ahonda más, después de un 8 DE MARZO, DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER en donde no hay nada que celebrar, sino conmemorar y reconocer sus derechos y no las frivolidades que quiere imponer el sistema, de ahí lo importante de resaltar la fecha: eso nos enseña la historia. En ese contexto se inscribe este nuevo encuentro de dialogo con la militancia y simpatizantes, como son los COLOQUIOS DE TITO PRADO. Esta vez, con la presencia del ex Secretario General de NUEVO PERÚ, compañero Álvaro Campana, quien desarrolló el tema: “ENTRE CRISIS Y VACANCIA. EL PUEBLO DECIDE. URGE REREFERÉNDUM”.
Inicia su exposición haciendo un reconocimiento a la figura de Tito Prado, con quien tuvo el honor de compartir trabajo y experiencia política en la anterior Comisión Política Nacional. Afima que, a 8 meses del gobierno de Pedro Castillo, se ve la profundización de la crisis entre el Ejecutivo y el Legislativo y el viraje del gobierno hacia el centro, más allá de la notoria incapacidad de funcionarios que vienen asumiendo Ministerios o cargos públicos, donde prima el clientelaje político antes que la experiencia, capacidad y transparencia para ejercer un cargo del Estado. La salida reformista se acabó con Vizcarra y Sagasti, para ir a las opciones extremistas de derecha e izquierda. En esa medida, la derecha propone una salida autoritaria que termine con un Golpe de Estado, vía vacancia presidencial, hoy incapaz de resolver la crisis política. Eso explica porque busca agruparse de sectores corruptos y reformistas para subsistir como régimen. Parte de ese objetivo lo ha logrado, al recibir el voto de confianza del Parlamento nacional.
La narrativa de la derecha, advirtiendo que se ha iniciado una “lucha” contra el comunismo, para destruir el sistema democrático valiéndose de la labor mediática de los medios de prensa (al servicio de los poderes económicos), es imponer su salida autoritaria que les garantice cuotas de poder e impunidad. El objetivo es claro, domesticación de la población para controlarlo y ponerlo a su servicio, cuya tarea se ve facilitada porque tenemos al frente un gobierno sin ninguna agenda de cambio, ni menos reforma alguna de fondo, y sin capacidad para rechazar el modelo económico neoliberal que la derecha defiende, a capa y espada. Por eso, su nivel de respaldo cada vez se diluye más (hoy no llega ni al 25% de aprobación).
Frente a este claro debilitamiento, el gobierno ha optado por dejar de lado una gestión que conduzca al cambio para buscar su supervivencia; es una respuesta a la polarización política a través de una “TRANSACCIÓN CON LA MEDIOCRIDAD” para mantener el equilibrio permanente de la crisis. En ese sentido, LA SALIDA DEMOCRÁTICA A LA CRISIS, ES LA SALIDA CONSTITUYENTE, tomando en cuenta la decepción del movimiento social (trabajadores, agricultores, sector magisterial, servicios, ronderos, etc.) y la desafección social de las instituciones y de la política. A lo que habría de sumar la guerra en Ucrania y la subida del precio del petróleo, que terminará por encarecer aún más la vida de la población.
Por otro lado, reconoce que la debilidad de los sectores democráticos y de izquierda, que impulsan el cambio constituyente, nos puede llevar a una salida autoritaria, que la derecha propugna para defender el sistema. No vemos una respuesta coherente, desde el sector popular para enfrentar a esta crisis política, ni una posibilidad de impulsar los cambios sociales, como si viene ocurriendo en América Latina; con una izquierda desubicada que urge de renovación y reagrupamiento para superar esa debilidad ideológica y esa falta de capacidad de acción. Hay la necesidad de recomponer nuestras fuerzas para estar presentes en las luchas populares y ser actores del cambio. Por lo mismo, la tarea presente, es la REARTICULACIÓN Y REAGRUPAMIENTO SOBRE UN PROGRAMA DE CAMBIOS DE MANERA INDEPENDIENTE y desarrollo de un debate ideológico, que debe ser abordada para plantear nuestro propio proyecto político.
Si el impulso del proceso constituyente, como tarea estratégica, no quita la participación en las elecciones municipales y regionales, ni menos reduce nuestros instrumentos políticos, entonces debemos trabajar para gestar esa voluntad constituyente, para que el pueblo tenga el derecho a ser consultado (que el Congreso pretende negárselo); para una movilización ciudadana y una pedagogía constituyente, que nos lleve al cumplimiento de tales metas políticas, que el pueblo reclama. En otras palabras, SEGUIR TRABAJANDO POR UNA SALIDA DEMOCRÁTICA Y CONSTITUYENTE PARA REFUNDAR EL PAÍS.
Por un lado, tenemos el desprestigio del gobierno que sigue creciendo, y su viaje sin retorno, que se expresa en su pronunciamiento en contra del cambio constituyente; con un Ejecutivo y Legislativo enfrentados, para ver quien saca al otro, ambos haciendo su propio juego, de espaldas a los intereses del pueblo. Mientras tanto, por el lado de la izquierda, notamos una incertidumbre, fragmentada y con organizaciones políticas que empiezan a acomodarse a la política de Castillo (PERÚ LIBRE y JUNTOS POR EL PERÚ y MAGISTERIO), que al final no es un fracaso, sino una traición a la voluntad popular. Sin embargo, esta línea de conciliación, que no ha profundizado la orientación social, en favor del pueblo, no debe quitarnos esa voluntad de cambio que expresa el pueblo, como que se está convocando a la ASAMBLEA DE LOS PUEBLOS, con el fin de reorganizar el movimiento social, ante el fracaso del “Frente por la Democracia y la Gobernabilidad”.
Culminada la brillante exposición del compañero Álvaro Campana, se dio inicio a la rueda de preguntas y opiniones de los asistentes, a través de un dialogo abierto sobre el tema tratado. En el uso de la palabra, el compañero Pocho Escalante llama a conformar un “FRENTE CONSTITUYENTE” que unifique al movimiento popular, por un verdadero proceso de cambios; trabajar por una salida que refleje la consigna: “Si el pueblo lo puso, que el pueblo lo saque”, porque no se puede esperar con los brazos cruzados la instauración de un gobierno de derecha autoritario, negándole el derecho del pueblo a decidir si quiere un Referéndum, como una medida política que cierre el paso del pedido de vacancia, de la derecha.
Se observó la falta de una posición antimperialista de NUEVO PERÚ sobre el conflicto con Ucrania y el rechazo a la intromisión bélica de Rusia y los bombardeos contra civiles inocentes, llamando a respetar la autodeterminación de los pueblos, el fin de la guerra y la paz mundial.
También se reiteró la crítica al gobierno de Castillo, por haberse encarrilado hacia la derecha, dejando de lado sus propuestas electorales, como aquella del cambio constitucional, vía Referéndum, o su conocida reunión con Hernando de Soto, donde consolida su viraje hacia la derecha. Dentro de las salidas para enfrentar a la crisis política, se plantearon varias alternativas. Por un lado, que lo programático debe ser una herramienta política para orientar las luchas del movimiento social, sin dejar de lado la exigencia a que el gobierno cumpla con sus propuestas electorales. En ese sentido, debe ponerse énfasis en un PROGRAMA INTEGRAL DE REFORMAS, que obliguen a ir a un proceso constituyente, que exprese el sentir de los ciudadanos y la demanda de sus derechos sociales. Se reclama también, impulsar debates políticos abiertos, desde la izquierda y el campo popular; la utilización de medios de comunicación de masas para las campañas políticas y construir partido (tarea permanente), que genere ilusión y deseos de integrarnos a la lucha.
Escribe: Julio Cesar Castillo Amado, 11/03/2022, Comisión de Prensa y Propaganda de la corriente Súmate.